Buenas tardes! Después de muuuucho tiempo, vuelvo a retomar el post.
Tras unos días de dudas con la híbrida, de no querer y querer paloma, parece que se le ha asentado en la cabeza que para comer tiene que matar su paloma.
El animal no toma toda la altura que debería, muy posiblemente porque no le he potenciado todo lo que debería el subir, pero bueno, al año que viene irá en disciplina pura y dura. Normalmente ahora alcanza unos 25-30 metros, aunque estos últimos días ha podido ponerse en momentos puntuales hasta los 50-55.
Veo al pájaro mucho más centrado, ya se le han pulido algunas manías, como el cubrir excesivamente el señuelo o la presa, el llevar en mano...aunque aún quedan cosas que pulir, pero en general, va mejor.
Pues bien, el motivo de volver a escribir se describe a continuación:
El domingo me invitó
Storm a su coto, con el objetivo de dar con alguna patirroja. Salimos con su híbrido
Loki y su Perdiguera, a patear los montes en busca de las mismas, pero sin éxito tras dos horas, decidimos finalizar con un escape de perdiz m x m que dio bastante juego.
Decidimos cambiar de zona, y es el turno de
Atila, quitamos caperuza, y el animal otea y sale del puño sin pensárselo, batiendo con muchas ganas y se pone a unos 20-25 metros, cuando oigo a una urraca chillar, sin verla aún, y veo a la híbrida pegar un picado hacia lo que suponíamos que era la urraca, que a los pocos segundos comenzó el lance para terminar por echarla al suelo y encerrarla en una mata, y cuando la tenía azorada, el pollo se marcha a atacar a un zorzal momento en el que la urraca aprovecha para salir de su escondite e irse, cuando se da cuenta el pájaro y vuelve a hacer un lance pero ya es tarde para él (una de las cosas que tiene que aprender es que una vez encerrada la presa, debe seleccionarla y esperar a que se la saquemos, pero bueno, poco a poco).
Tras el primer lance de la urraca, y unos cuantos al zorzal que se encerraba y no salía, el pájaro se ha posado en una atalaya unos segundos, para, después de ese descansito, salir tras un conejo que salió al patear la zona. El lance no duró más de 50 metros, escabulléndose el lagomorfo en algún caño.
Pensando en terminar su vuelo con un escape de paloma, vemos que el pájaro empieza a dar alas muy muy rápidamente en dirección hacia un par de pinos grandes y un bebedero, llegando a desaparecer de nuestra vista alejándose como 500 metros, y pensamos que había encerrado unas perdices.
Pues bien, echamos a correr tras el sin saber realmente donde estaba, nos cruzamos en el camino, recogí el pájaro, y realmente así fue, había encerrado 2-3 perdices en unas matas.
Nos intentamos acercar lo máximo posible a ellas (sin perro, ya que el pájaro no los soporta ahora mismo), y a unos metros de ellas, sale una a peón y tras lanzar el pájaro se produce el lance perdiéndola al cambiar de altura en una ladera.
Fuimos a por la otra que, ya estaba peonando por la zona, vuelve a salir el pájaro tras ella, pero esta vez viendo perfectamente el lance, como le va recortando a la perdiz por momentos, pensando que la va a capturar, pero se metió cual misil contra unas matas muy espesas y la híbrida tras ella dentro, pero no pudiendo capturarla...UFFF escuché, por los pelos.
Pudimos volverla a sacar una vez más, esta vez el lance más lejano, más largo, el pájaro dando alas consiguió recortar a la perdiz distancia, y cuando parecía que la tenía, la perdiz giró y se metió en lo espeso, ya no viendo nosotros donde había caído.
Decidimos dar por concluida la mañana movidita con el escape de paloma que teníamos preparado, haciéndolo salir de la misma mata donde salió una de las perdices, un buen lance con captura, y ceba a tope.
Una pena que se halla acabado la temporada de caza de perdiz, porque el pájaro tiene mucho potencial que se lo hemos visto estos últimos días, pero bueno, iremos a por otras presas a partir de ahora.
Unnnnn abrazo a todos.