Un halcón urraquero, peregrinoxaplomado

[Zarza]

Durante las siguientes jornadas seguí alternando caza con ejercicios de musculación y volando prácticamente todos los días de la semana. Caza, stoops (pasadas al señuelo),caza, balanceos sobre el guante, caza, stoops, caza...
Todas las jornadas que fallaba la urraca salvaje, que se nos escapaba o que no conseguía sacársela de nuevo, si Bugatti seguía en ala sobre la herida esperando que le volviera a sacar una urraca salvaje (a veces salían otras que no había visto) con actitud y siempre antes de que amagara posarse, la premiaba con escape atado a un plomo de unos 40 g, asegurándome que todos los días capturaba y recibía su gorga e intentando que se fuera creyendo que había cazado tras tanto esfuerzo. Seguí sin echarle ninguna urraca entera.

Habían transcurrido dieciséis días desde su primera captura, demasiado desde mi punto de vista.
Ya estaba pensando que tal vez me había precipitado en intentar cazar tan pronto, no hacia más de una docena de pasadas al señuelo aunque en la caza me demostraba que aguantaba mucho más y por otro lado no podía demorarme en exceso.
Era consciente de que las urracas a las que me estaba enfrentando ya no eran las de verano, aunque se azoraban y permitían el encierre, ya jugaban sus cartas con inteligencia.

Había catado varios pesos, era 2 de noviembre y por fin sonó de nuevo la flauta con un nuevo éxito en 548 g (una marca muy parecida a los 547 g de su primera captura). En esta ocasión fue una captura diferente a la anterior, tras varios intentos de una retama a otra, calculé mejor su vuelta para desalojar la urraca en el momento preciso en el que el halcón venía por arriba obligándola a que saliera a lo limpio, momento en que el híbrido aprovechó y se la llevó puesta trabandola en al aire sin dejar apenas tiempo a que la guerrillera emprendiera el vuelo.
Fue una captura de aparente facilidad, de pájara mudada, de un estilo más propio de halcón que de persecución de h.aplomado. Acababa de hacer su segunda captura con una técnica diferente a la primera.

Las dos primeras capturas las había conseguido sin ayuda de nadie y aunque siempre tenia amigos que lo daban todo cada vez que me acompañaban, tenía claro que no siempre podría contar con su ayuda.
Por aquel entonces mis piernas ya se habían cargado lo suficiente como para convencerme de lo que ya sabia, de que iba tarde y estaba haciendo lo difícil, introducir a la caza de la urraca cuando ya comenzaban a estar duras, nada que ver con las urracas de verano de las temporadas pasadas con los aplomados, esas de agosto o septiembre que se tiraban al suelo o perdían la cabeza muy pronto, ideales para introducir a los pollos en caza pero que ahora brillaban por su ausencia y nunca mejor dicho en tornasol.

En ese momento mis expectativas seguían sin ser demasiado positivas, me conformaba si llegaba a la docena de urracas capturadas antes de llevarla a la muda, que se fuese conociéndolas, estaba convencido de la dificultad de aquella empresa.

[sacrex]

Oleee, enhorabuena. Muy buen relato!!

[Zarza]

Oleee, enhorabuena. Muy buen relato!!

Gracias sacrex!

[Zarza]

10/11-Desde la segunda hasta la tercera captura, tuvieron que transcurrir siete jornadas de caza y ejercicios programados, Bugatti ya era capaz de realizar unas 35 pasadas al señuelo sin posarse (no era gran cosa pero luego en el campo demostraría que era capaz de más).

Aquella jornada realicé tres lances previos hasta conseguir hacer captura, fue muy meritorio porque fueron muchos minutos de ataques, recaces y golpes, donde tuve que forzar mi voz y mis piernas hasta perder el aliento. (Correr de un lado a otro, tirar piedras, chillar y trepar por un árbol para poder desalojar una y otra vez la pieza tú solo, créanme que es el mejor gimnasio que he conocido).

Justo cuando ya iba a premiar con un escape atado a un plomo, logré desalojar la urraca una vez más, había esquivado el ataque de Bugatti utilizando todo tipo de artimañas y obstáculos incluido mi coche, para volver de nuevo al cobijo de un viejo y solitario almendro. Conseguí como digo que saliera una última vez y la blanquinegra utilizó una nueva vía de huida en dirección hacia una colina. Tuvo que desistir y tirarse a una pequeña retama junto a un camino de tierra porque mi halcón la estaba alcanzando.

Bugatti llevaba demasiada energía consumida, no paraba de abrir el pico y apenas tenia ya altura. Logré llegar como pude hasta aquella retamilla, pegué una patada pero la guerrillera no quiso volar, mi híbrida intentó cogerla por el suelo rodeando la pequeña herida y correteando sin fuerza, me alejé para que la urraca no aprovechara que el halcón estaba exhausto en el suelo para huir de nuevo.
Moví un par de veces el señuelo y conseguí que Bugatti alzara otra vez el vuelo pero ya sin fuerza, el viento comenzaba a entrar y ella lo aprovechó para ayudarse a subir apenas tres metros del suelo, esperé a que diera la vuelta y entré de nuevo para desalojar. La urraca solo se separó treinta o cuarenta centímetros del arbusto confiando que el halcón no le entraría, craso error, Bugatti pasó rasante y se la llevó puesta arrastrándola por la tierra y quedando abierta de alas con el pico abierto mientras la urraca se retorcía, yo me arrastré como pude hasta el borde del camino, los dos jadeábamos como galgos, ¡fueron más de 16 minutos de lance!.

En esa jornada quedó patente su genética, esa fortaleza física, esa persistencia y ese nivel de recuperación tras los recaces o entrada a las heridas, me dejó maravillado e imaginé que sería capaz cuando estuviera redonda, teniendo muy en cuenta que iba más baja de peso que nunca 539 g (aunque su peso más bajo hasta la fecha había sido un día en 535 g) fue la jornada de caza que más apretada estuvo. Desde esta captura, ya no volvería a cazar en pesos tan bajos.

[Alfredo52]

Esto ya va teniendo color enhorabuena
zarza

[Eduardo1161]

Está súper interesante!!

[Zarza]

Desde la tercera captura todo comenzó a fluir con regularidad, acertaba cada tres o cuatro días, apenas fallaba los lances que se la presentaban. Paco y Adalberto me acompañaron en alguna jornada de caza, pero prácticamente la primera docena de urracas capturadas tuve que lucharlas solo. 
 
En una ocasión quedamos para cazar junto a Fernando, un maestro halconero de Madrid que llevaba años cazando urracas con halcón peregrino. Tenia dos torzuelos, un pollo del año que estaba comenzando y ya llevaba unas pocas capturas en su haber, y otro maestro de varias mudas con cifras de tres digitos en su palmares.

Recuerdo que cuando realizamos el primer lance con Bugatti advirtió en voz alta -¡cómo azora esa pájara!-  efectivamente, a pesar de su inexperiencia y volar mucho más bajo que un halcón peregrino, pude confirmar in situ que mi híbrida aterraba a las urracas desde el primer segundo que se dejaba ver, desde que apreciaban su gran envergadura, su oscura silueta, su forma de virar, desde el momento que las bloqueaba de forma agresiva realizando pasadas muy cerca de la herida, a modo de péndulo e incluso en ocasiones llegando a golpear las propias ramas.

Cuando yo conseguía alcanzar el refugio donde se creía a salvo la picaza, a veces me encontraba al halcón golpeando las ramas en cada pasada, estaba claro que pretendía sacar las urracas sin mi ayuda, quería que salieran de una vez para darlas caza, no esperaba.
En otras ocasiones yo estaba debajo del árbol, el lance había comenzado conmigo y Bugatti también golpeaba, aunque no lo solía hacer demasiadas veces, deduje que también podría ser debido a su impaciencia, su cansancio y avidez, porque lo hacia cuando llevaba muchos minutos de acoso y no conseguíamos que la urraca volara a campo abierto. He de reconocer que aquello me excitaba jejeje

Los peregrinos ascendían elegantemente como si no tuvieran prisa, parecía que pensaban que las urracas no se iban a ir antes de que los señoritos estuvieran altaneros, se posicionaban con estilo prácticamente a la vertical del almendro donde permanecía la urraca, estas en ocasiones aguantaban poco, salían osadas y frescas antes de sentir en sus carnes el escalofriante zumbido del descenso de los compactos peregrinos.
Con Bugatti no sucedía lo mismo, se azoraban más, su modo de atacar no contemplaba el ascenso ordenado, su estilo era más rustico.
Si la urraca estaba volando, comenzaba con un ataque directo hacia ella como (o sin el "como") si quisiera trabar de poder a poder, o como si temerariamente fuese a atravesar el árbol que las protegía de lado a lado, para inmediatamente pasar por encima y comenzar a realizar el acoso con puntas contenidas con ese vuelo a modo de péndulo. Mi híbrida, mi bipolar adolescente, ya tenía su propia técnica de caza y parecía que funcionaba.

 
Recuerdo en uno de los lances, corría tras Bugatti que perseguía una urraca en dirección a una retama lejana, salté hacia abajo en un desnivel sin quitar la mirada de los pájaros, apoyé mal y tuve que parar durante unos segundos por el dolor. Cojeando y como pude, finalicé el lance hasta conseguir que mi halcón capturara.
Más tarde, en casa y ya en frío, me di cuanta que me había lesionado las dos rodillas (el dolor era especialmente agudo en la derecha) y confirmando que aquello no era una simple torcedura o un pequeño pinzamiento. Ni tan siquiera había alcanzado el ecuador de la temporada hábil de caza y no podía pararme ahora que mi híbrida estaba comenzando a entender el "juego".

Durante los siguientes días tomé antiinflamatorios sin demasiada mejoría, sin ayuda de morraleros, ni poder correr y cojeando, logré algunas capturas, pero era lamentable verme cazar en ese estado, parecía un anciano y fue entonces cuando me desanime pensando en todos los meses que quedaban, probablemente no podría conseguir aguantar ni estaría a la altura de mi halcón, fue entonces cuando me plantee abandonar, mi salud era lo primero.

[Storm]

Venga hombre! Que nos tienes en vilo! Te cortaron las piernas o no?

[krayora]

Que maravilla de relato, que maravilla de pájara y que fortaleza física y mental del Cetrero, todo ello acompañado de mucha sabiduría...éxito seguro. Admirable..Bravo Alfonso

[Zarza]

Venga hombre! Que nos tienes en vilo! Te cortaron las piernas o no?

jajaja inhumano.

[Zarza]

Que maravilla de relato, que maravilla de pájara y que fortaleza física y mental del Cetrero, todo ello acompañado de mucha sabiduría...éxito seguro. Admirable..Bravo Alfonso

Gracias compañero.

[Zarza]

Al esfuerzo de levantarme temprano cada vez que tocaba jornada de caza (trabajo de noche) ahora se sumaba el dolor de las rodillas.
Pero los sueños personales de un cetrero aún siguen siendo más fuertes que las dificultades, y una parte de mi me decía "lucha la primera temporada de pollo para relajarte la segunda, dalo todo ahora, ten la conciencia tranquila de haberlo intentado porque lo que aprenden las rapaces su primera temporada es para siempre, aunque la próxima temporada no vueles y te recuperes"
Supongo que la edad va haciendo mella y llegará el día que tendré que plantearme determinadas situaciones, incluso renunciar a ciertos modos de caza, pero hoy mi corazón sigue bombeando con cierta potencia, la misma potencia con la que Bugatti me embaucaba.




Me ha resultado sorprendente la capacidad de musculación de este ave, a cada lance me demostraba más fortaleza:

...recuerdo un lance que solté a unas urracas cerca de un viejo almendro, mi intención era encerrarlas para comenzar el acoso, Bugatti pasó de largo ignorándolas completamente y comenzó a volar en línea recta en dirección hacia una ligera vaguada. Comenzó a distanciarse considerablemente a la vez que adquiría una mayor velocidad. No sabia a que estaba atacando, ya estaba lejos cuando la vi realizar una punta rapidísima, muy vertical y alta, al estilo de un peregrino. Ese ascenso tan rápido volvió a repetirlo una vez más para volver a picar de forma muy agresiva, fue vertiginoso y delató un primer ataque fallido a algo que no era capaz de distinguir desde mi posición. Aún efectuó otra finta más, para cambiar completamente de dirección y comenzar a regresar hacia mi ubicación a la vez que iba tomando altura (me extrañó que volviera cada vez más alta).

El sol no me había permitido distinguir aquellas dos albinas garcillas que pastaban a unos 300 metros de mis intenciones. Bugatti las había detectado desde el segundo uno y las quería (solo las había visto en una ocasión al comienzo de su adiestramiento demostrando poco interés) fue capaz de sorprenderlas, de seleccionar una y comenzar una persecución de ascenso y en pendiente.

Aquel vuelo fue espectacular, cuando por fin pasaron por encima de mi cabeza justamente sobre mi vertical estarían sobre los 30 metros de altura, me permitió contemplar sus cuerpos desde una perspectiva poco común, sus pecheras infladas y dando lo mejor de si, batiendo ambas a todo pulmón, ignorándome, fijas en su determinación; una en quitarse al halcón de su cola e intentando desmoralizarlo con la altura, y la otra intentando acortar los metros de distancia que le llevaba de ventaja. Mi mente se transportó durante unos segundos a un desértico panorama tras las hubaras.

Pronto desperté de aquel viaje momentáneo, mis miedos se apoderaron de mi esfínter que comenzó a relajarse alarmantemente, la bueyera seguía sin amedrentarse, no perdía la cabeza e iba directa a una gran zona urbana o como poco a una autovía próxima. Grité todo lo que pude y volteé el señuelo enérgicamente, Bugatti seguía intentándolo y ya había acortado bastante la distancia, cuando ya pensaba que debía mover el coche de pronto obedeció con un giro radical plegando las alas y dejándose caer hasta golpear mi señuelo en la tierra.

Era la primera vez que Bugatti abandonaba una presa y era por mi culpa (mi prioridad eran las urracas y no me serviría una captura de una presa semejante si ponía en riesgo su vida o tal vez la mía al intentar cobrar).

Ahora es fácil especular con el posible final del lance si no lo hubiera interrumpido, pero lo importante es lo que me demostró aquel día, su predisposición a la persecución a cielo abierto, su cabeza y como no, su potencia.

(perdonad la calidad de algunas de las imágenes, son sacadas directamente del vídeo)

[Zarza]

Mi prioridad eran las urracas, no quise que saliera de la zona central del coto, la zona "controlable".
Aunque esta capacitada para picar o perseguir perdices, tampoco las busque, aunque recuerdo haber tenido varios lances fortuitos, el sumun de muchos altaneros, he de reconocer que no me disgustaba poder capturar alguna, y aunque tuve claro que más tarde o temprano Bugatti capturaría una, siempre que pude las evite en la medida de lo posible.

Las perdices salvajes a las que se enfrentó mi híbrida fueron las que saltaban tras mis carreras y griterío, y ya se sabe que esa carrerilla y ese vuelo rectilineo a baja altura es irresistible para un gran número de aves de presa, entre ellas los halcones aplomados. Varias fueron encerradas en junqueras, otras en arroyos de espesa vegetación, otras acabaron en varios aeropuertos.

En mano por mano, las perdices se desplazan muchos metros cuando huyen, a veces fuera del control visual del cetrero, pero lo que más pánico me daba era la posibilidad de que mi halcón acabara atropellado al atravesar la autovía tras las gallinaceas.
En Madrid la mayoría de las zonas de caza urraqueras tienen siempre una finca, carretera o una autovía cerca y las perdices cuando son perseguidas no tienen ningún reparo en atravesar por medio del trafico rodado, si a eso le sumamos su vuelo bajo, tienes ciertas probabilidades ya no solo de perder tu halcón en una zona de difícil o tardío acceso, sino de que fallezca atropellado.

Las perdices me resultan atractivas en lugares más agrestes, su forma, tamaño y color son también irresistibles para el cetrero que porta una rapaz de cierto tamaño sobre la lúa, pero no sobresalen por algo que resulta mucho más atractivo si cabe para el cetrero, la inteligencia. Algo que les sobra a los corvidos.

[Zarza]

La caza de la urraca es perfecta si no quieres que tu halcón se desplace demasiado. Normalmente, y una vez acosada, el lance se desarrolla en un radio muy pequeño, ideal para evitar pérdidas, accidentes y facilitar la participación activa del cetrero.

El lance a urraca con halcón te obliga a medirte, a desarrollar tu resistencia física, incluso tu habilidad mental. Si bien es cierto que la estrategia siempre está presente en la planificación previa en todos los lances a otras presas, en la caza de las blanquinegras la estrategia es constante y exige mantenerse despierto en todo momento si se quiere lograr la captura. Obliga a adelantarse a la escapatoria bloqueando de forma física, a improvisar nuevos ataques sin perder de vista tanto a la presa como al cazador; todo aderezado con las carreras, el griterío y el lanzamiento generalmente de piedras, aunque también pueden utilizarse varas, palos y otros objetos extraños que nos encontremos en ese momento.

Las urracas por su parte ponen todas sus habilidades para conseguir salvar su vida, y en estas últimas temporadas me ha dado tiempo a ver algunas escapatorias de lo más diversas. Las he visto como alcanzaban a llegar hasta mi vehículo e intentaban entrar a través de la ventana, se han metido en madrigueras, las he visto bucear en un montón de paja, meterse en tuberías o entre el ganado, ocultarse entre los escombros, etc.

Cazar una urraca sabe muy bien cuando has luchado tras ella durante varios minutos, pero sabe mejor cuando vuelves a intentarlo en el mismo lugar donde te vencieron. Esas capturas tras 15 largos minutos son la mayor satisfacción porque sabes que las has ganado en uno de los lugares donde días atrás se rieron de ti.

Los vuelos más largos y altos han coincidido con jornadas de cierto viento y niebla.

...cazando en Teruel, Bugatti realizó un lance de varios kilómetros de distancia, estuvo muy cerca de capturar en varias ocasiones, y cuando por fin conseguimos desalojarla del encinar la urraca quedó aislada en un almendro, su próximo refugio forestal estaba demasiado lejos. Ya cantábamos victoria cuando la urraca huyó de la única manera que podía, ascendiendo a mucha altura ayudándose del viento.
Nunca antes había visto una urraca subir tan alta, y debía conseguirlo si quería tener una oportunidad hasta alcanzar su próxima herida. Así ocurrió, cuando Bugatti la alcanzó a cielo abierto, la urraca se dejó caer comenzando un descenso que le permitiría alcanzar unos árboles aislados y más tarde ocultarse en un espeso olivar.

...En otra jornada cazando con niebla, las urracas se atrevían a salir de la herida sin tanto miedo y ascender volando hasta desaparecer entre la niebla, el problema venia porque Bugatti las perseguía y teníamos que adivinar dónde habían ido a parar.
Al principio pensé que había perdido mi halcón porque el lance tenía toda la apariencia de que ninguno de los dos descendería y el final seria desastroso. Nos dirigíamos de forma instintiva hacia la última trayectoria confiando reencontrarnos con las aves. Así fue, después de una persecución entre las nubes bajas y llegar a desaparecer completamente de nuestra vista, la urraca volvía a descender hacia unas retamas que tenía debajo.

Cazar con niebla es duro porque el suelo y el aire están mojados, con el exceso de humedad el halcón se empapa y es especialmente duro para él mantenerse en el aire y rehacerse en los recaces, pero finalmente capturábamos por pura resistencia física, llegando a agotar a la presa que se rendía exhausta, casi tanto como nosotros.

[Zarza]

A medida que avanzaba la temporada la predisposición de los morraleros y los curiosos por ver a Bugatti aumentaba. La compañía es agradable si comparten tu afición, porque lo disfrutas más y por su puesto porque su ayuda facilita los relevos durante los lances largos. Eso no te asegura que en muchas ocasiones y coincidiendo con las urracas de final de temporada, las capturaras se desarrollaran con menos esfuerzo y tiempo.

Con el paso de los meses, Bugatti iba adquiriendo más experiencia y era capaz de adelantarse con acierto a las intenciones y escapatorias de las urracas. A veces me daba la sensación de que "jugaba" con ellas, parecía que como si primero quisiera divertirse, dar alas, llenar sus pulmones y sus músculos de oxigeno y sangre y disfrutar del vértigo de las caídas en picado, fintas y ascensos vertiginosos, parecía que de alguna manera disfrutaba azorándolas en cada pasada para transcurridos unos minutos llevársela puesta con una escandalosa facilidad.

El problema de que un halcón se vaya introduciendo cada vez más en la caza, es que con algunos pierdes el rápido control de campo. Si Bugatti fallaba y la urraca lograba alcanzar una herida demasiado espesa, o yo tenia que terminar el lance por algún otro motivo o peligro, el señuelo encarnado no era lo suficientemente atractivo como para hacerla bajar inmediatamente, a no ser claro, que volara muy baja de altura.
Se negaba a descender, seguía haciendo tornos a unos 10-20 metros exigiendo una nueva oportunidad o iba a buscar raleas. Pronto tuve que utilizar el revoloteo de un escape para hacerla regresar, cambiándolo rápidamente por el señuelo y dejárselo coger en el suelo.

En una jornada en la que Bugatti estaba algo gorda para cazar, decidí irme al campo para obligarla a dar unas pasadas al señuelo. Me preparé a conciencia porque quería filmarla, busque un lugar bonito, instale la cámara, comprobé la luz etc. ¡Una pasada me realizo! y creo que porque le venia de camino...cogió algo de altura, creo que miró una vez para atrás como diciendo -¿te vas a quedar ahí como un pasmarote o vienes?- para seguir volando en vuelo de prospección, alejarse cada vez más y dirigirse hacia un arroyo vaguada abajo hasta perderla de vista.

Recogí todo como pude, me monte en el coche y fui de Rally por los caminos hasta atravesar el arroyo. Cuando llegué a la zona donde la había perdido de vista, la encontré dando pasadas a 5 urracas azoradas en el pino de una parcela....quería caza, nada de juegos, tonterías las justas.

[Zarza]

Desde el 24 de diciembre comencé con la caza a tercias hasta acabar la temporada el 10 de febrero, coincidiendo con la participación de Bugatti en El Trofeo de Perdiguera. No noté demasiado cambio en la actitud de caza con respecto a cazar cebando cada día, nunca le faltó agresividad, tal vez más seguridad en su comportamiento con las oportunidades de caza y confianza por mi parte a la hora de afrontar una jornada de caza.

Aunque ha sido una temporada con un invierno muy seco, he intentado en la medida de lo posible, cazar en condiciones de climatología adversa, viento, lluvia, nieve o niebla.
Con viento Bugatti se colocaba muy rápidamente en la vertical, subía algunos metros más y era efectiva. Con lluvia o niebla era una pura prueba de resistencia, y con la nieve parecía desorientarse.
El tipo de coche que he utilizado ha favorecido el acceso a determinadas zonas que de otra manera hubiera sido imposible, pudiendo así aprovechar la jornada al máximo.

La media de altura en la caza de la urraca ha sido en torno a los 10 metros, y estaba relacionado directamente con la altura de los árboles donde se escondía la urraca (normalmente retamas o almendros). En un lance, junto a Las tablas de Daimiel, donde las urracas se habían escondido en unas encinas centenarias, Bugatti debió ponerse muy próximo a los 20-30 metros de altura.

A la hora de ayudar a mi halcón a desalojar la pieza, yo también he evolucionado. Al comienzo de la temporada le sacaba las urracas como si cazara con un halcón aplomado, es decir, se la desalojaba en cuanto veía que venía en mi dirección para que la urraca saliera a campo abierto y no viera venir a la rapaz, evitando que se volviera a azorar y favoreciendo la captura en persecución directa en zona abierta. A medida que trascurría la temporada, comencé a utilizar una técnica más de cetrero con halcón peregrino, desalojando cuando estaba lo más vertical posible o cuando ya estaba pasando justo por encima. Aunque esta última era la más efectiva, la pájara demostró poder capturar de cualquiera de las dos maneras.

Hasta casi la última etapa de la temporada no he dejado salir a la perra del coche, fue cuando ya llevaba un número considerable de piezas y podía permitirme perder alguna oportunidad por culpa del can. Su nombre es "Campanilla", una teckel de pelo duro de dos años, que ya sabia de que iba todo tras haberlo visto tantas veces desde la barrera. Bugatti no desconfió de la perra y supo aprovechar su ayuda a la hora de desalojar, hasta el punto que en algunos lances no nos necesitaron. La predisposición de la perra por meterse dentro de la herida ladrando y hostigando sin dejar a la urraca descansar ni un momento, les permitió en ocasiones capturar la urraca antes de que llegáramos. Fue divertido ver a las dos trabajar en equipo sin nuestra ayuda.

Obviamente no es la raza ideal, su instinto de caza prevalece sobre la obediencia, y no es posible pararla cuando lo necesitas, son cabezotas. Tal vez debería trabajarla más, o posiblemente tenga que soltarla en lances donde la urraca no pueda permanecer muy cerca del suelo, heridas donde ella no pueda llegar pero si pueda ayudar a hostigarla. Podría participar en heridas aisladas donde si el halcón no está centrado no importaría demasiado.

En cualquier caso, creo que en la caza de la urraca el perro no es tan importante, por la propia naturaleza de la presa, y porque es la estrategia del hombre lo que tiene más valor. La urraca no se esconderá demasiadas veces en lugares que necesitemos encontrar el rastro, como sí ocurre con las perdices. Sería un tema interesante a debatir qué perro sería práctico para la caza de esta presa, si existiera claro. Aún así, no deja de ser divertido tener siempre a tu perro dándolo todo.

[Zarza]

Como ya sabéis, no he cazado a diario, la mayoría de las semanas cazaba cada varios días, alternando jornadas de ejercicio programados en casa, ejercicios en el campo o descanso por tercias. Desde que comenzó a cazar con regularidad fueron aproximadamente unas 39 jornadas serias de caza en total de la temporada. Hubo tres jornadas seguidas que cazamos cada día, pero lo normal era alternar. Llegó a no fallar y cazar todos los días durante casi una semana tras otra. Cebaba en una única captura, me interesaba más cebar con buenas recompensas (especialmente tras lances de muchos minutos) y no castigar demasiado el coto. 

Su alimentación fue a base de urracas en caliente al comienzo de la temporada, sustituyéndolas el resto de la temporada por codorniz y pollito, alternando de vez en cuando con alguna paloma, perdiz y urraca congelada.

...en mitad de temporada Bugatti ya esperaba inmóvil sobre las urracas recién matadas, apenas pelaba, parecía un ave sin hambre, casi enferma. Nada más lejos de la realidad, su nueva actitud aburguesada reflejó su predilección por paladear otras viandas, y ya no tenía el suficiente hambre como para engullir la carne de urraca.

Sus plumas han demostrado disponer de una flexibilidad y dureza suficiente para aguantar toda la temporada sin roturas, solo en dos ocasiones, tras doblarse ligeramente los extremos de los cuchillos utilicé las pinzas mágicas.
 
Al comienzo de la temporada, las capturas que conseguía con Bugatti eran en el suelo, muchas de ellas por agotamiento, después esas capturas se volvieron más meritorias, ya fuera en tierra, dentro de la misma herida o trabando en pleno vuelo.

En una ocasión, y coincidiendo con la visita de un amigo, el lance duró solo 8 segundos, el tiempo que necesitó para alcanzar a la urraca que voló hasta embarrar entre unas rodadoras, momento en que Bugatti realizó una punta para dejarse caer y capturar dentro de las plantas.

Tras las diferentes situaciones que he vivido, y especialmente observando sus capacidad de aprendizaje en el adiestramiento, puedo afirmar que esta hibridación dispone de más inteligencia que un halcón peregrino, acercándose a la cabeza de un aplomado.
Aún no ha alcanzado su máxima evolución en la caza, porque estoy seguro de que la próxima temporada subirá más y golpeara más agresiva y vertical. Sin desdeñar las persecuciones desde la lúa de las que parece que ya no tienen secretos para ella. Mi intención para la próxima temporada es no asistir tan deprisa intentando provocar de alguna manera que suba algo más y pueda picar con más estética.

Pienso que es una hibridación que nace con un compromiso bajo las alas, una caza llena de plasticidad, sin dejar de lado cierta elegancia más propia de la altanería.
Es "El halcón bipolar", que tan pronto quiere atajar volando como un aplomado o accipiter, como dejarse caer desde la altura. Es exactamente el paso intermedio entre una especie y otra. No persigue tan seguro como un aplomado, principalmente porque muchas veces va pasado de velocidad, y eso no le permite afrontar las fintas ni los fuertes quiebros que puede llegar a realizar una urraca. Al contrario que el halcón aplomado, esta hibridación no suele posarse a esperar en la herida, sino que prefiere acosar o seguir esperando en vuelo sostenido.

Con respecto al halcón peregrino, el ataque en picado del perexaplo no es tan vertical ni tan rápido. El halcón peregrino no tiene tanto quiebro como este híbrido, pero el peregrino baja tan deprisa que en ocasiones la urraca no dispone de tiempo para realizar o pensar en el regate. Como digo, el ataque en picado del peregrinoxaplomado es menos vertical y obviamente más lento, permitiendo a veces a la urraca pensar y poder realizar fintas, sin embargo el ataque del perexaplo es más inteligente y se recupera más rápido tras el recace, llegando a capturar en zonas poco favorables para un halcón. Esa es una de sus ventajas, no se radicaliza en su estilo, muchas veces no necesitará colocarse ni que le pinten de nuevo la situación ideal, se adaptará, siendo capaz de improvisar desarrollando otras técnicas, de ahí su efectividad.

Los torzuelos de esta hibridación que he visto cazar son más ágiles, aceleran en menos metros y persiguen las mismas distancias que las primas, éstas son ideales para el que quiera comenzar en la altanería con un halcón grande. O si somos prácticos, para el cetrero que no quiere arriesgarse o desembolsar una gran cantidad de dinero por un aplomado, es ideal para el cetrero que no quiere estar pendiente del GPS pero ama las alas afiladas y el contacto con su ave, o tal vez el que no dispone de un coto ideal para altanería. Aun así, no deja de ser una especie potencial para altanería pura. Mi experiencia ha sido en la caza de la urraca, la cual no se necesita una gran altura. Pero me consta por otros cetreros que si se la adiestra correctamente, pueden llegar a volar de forma regular en alturas superiores a los 200 metros.

La temporada no ha sido de las más largas que he mantenido cazando, pero junto a las temporadas con los esmerejones, si de las más duras y exigentes.
Al final he conseguido llevar a mi halcón a la muda sin una sola enfermedad o fractura. He logrado más conocimiento, medio centenar de anécdotas, flirtear con la altanería, dos trofeos de tercer puesto a las dos competiciones a perdiz dónde la presenté, 37 presas de ellas 36 urracas, logré romperme dos meniscos y crearme una lesión de "codo de tenista" , por lo que creo que en términos generales ha sido una primera temporada fructífera.

Ahora parado por la muda, ya tranquilo, mientras pulso las teclas de mi ordenador, recuerdo aquel medio día de agosto que ya parece que queda lejos, esa decepción al ver aquel pedazo de halcón en la muda, y pienso si volvería a traérmela....

…si, y naturalmente la volvería a llamar Bugatti.

[Zarza]

Os pongo los pesos por si os interesa.

Los pesos más bajos en los que ha cazado 535 g 539 g, 547 g
Los pesos más altos en los que ha cazado 573 g, 575 g, 578 g, 579 g, 583 g,

Media de los últimos pesos de fin de temporada entre 565 a 573 gramos

[Zarza]

Os cuelgo un pequeño tráiler de un vídeo que estoy montando de toda la temporada con Bugatti.
https://www.youtube.com/watch?v=lvFb4kCyH68

[plumon]

Buenisimo!